Sin antecedentes patológicos a excepción de la existencia de un reflejo de deglución continuo, según manifestaciones de familiares y allegados (el sujeto tragaba saliva continuamente mientras hablaba con su interlocutor, fenómeno que era atribuido por sus familiares a “nerviosismo”), la autopsia médico-legal aportó los siguientes resultados significativos: Hematoma reciente en la región frontal izquierda atribuido a la caída al suelo por la pérdida de conocimiento; Gran hematoma en la cara interna de la parrilla costal, compatible con la aplicación de maniobras de resucitación; Edema pulmonar bilateral; Congestión renal y hepática; Corazón sin anomalías visibles; Abundantes restos de comida en la luz tráqueobronquial.
En la base de la lengua, inmediatamente por delante de la V lingual y situada en la línea media, se detectó una tumoración ovoide, de 3x2,5 cm, de consistencia sólida, superficie lisa y color blanco-nacarado en el polo superior y azulado en la zona media. Al corte, aparecía constituída por una cavidad quística en la zona craneal, conteniendo material de consistencia coloidea y color grisáceo, la cual desplazaba y comprimía la epiglotis; en la cara anterior, existían áreas de intensa vascularización; por delante del gran quiste coloide se extendía una franja de tejido de textura microquística y color marrón. Microscópicamente, la tumoración estaba constituida por el gran quiste coloide, junto con áreas en las que se encontraba tejido tiroideo normal, alternantes con otras de hiperplasia folicular conteniendo coloide festoneado, con zonas ricas en folículos pequeños, sin coloide, de aspecto fetal.
El tiroides lingual se considera una anomalía del desarrollo del tiroides. El cuerpo del tiroides se origina por invaginación de la mucosa bucofaríngea en el denominado foramen caecum, punto de origen del conducto tireogloso. Un fallo en la emigración de las células que constituyen el conducto permite la aparición de tejido tiroideo ectópico en cualquier punto del recorrido entre el foramen caecum, en la base de la lengua, y la cara anterior de la tráquea.
Aunque clínicamente el tiroides lingual es un hallazgo raro (1 de 45.000-100.000 pacientes), microscópicamente se encuentra tejido tiroideo en el 10% de todas las autopsias. Las tres cuartas partes de los casos se han descrito en el sexo femenino. El tumor es reconocido, a veces, desde el nacimiento pudiendo provocar la muerte por sofocación en los recién nacidos. Habitualmente es en la pubertad cuando se afirma el papel fisiológico del tiroides y, por tanto, cuando se diagnostica el tumor; en ocasiones se pone de manifiesto durante el embarazo debido al hipertiroidismo gravídico. También puede aparecer como un fenómeno compensador después de una tiroidectomía. Es importante destacar que en un 70% de casos de tiroides lingual, el tejido tiroideo de la lengua representa el único existente y raramente se encuentra un tiroides en localización pretraqueal. En muchos de los pacientes afectados existe una historia familiar de enfermedades tiroideas o de quistes del conducto tireogloso.
Clínicamente los síntomas habituales consisten en: tos seca, sensación de molestia en la faringe y un deseo constante de deglutir. Cuando alcanza un cierto volumen, como en el caso que nos ocupa, provoca trastornos de la fonación, deglución y respiración. A veces se producen pequeñas hemorragias, por ulceración de los vasos superficiales y de la gran vascularización que presenta, pudiendo coincidir con la menstruación. Funcionalmente el 10% de los pacientes son hipotiroideos. Se ha descrito su asociación a un mixedema discreto o al cretinismo. Los casos de hipertiroidismo son excepcionales.
Tejido tiroideo aberrante puede ser implantado en los tejidos blandos del cuello como resultado de un traumatismo, y dar origen a múltiples nódulos adenomatosos. También es posible una implantación ectópica después de intervenciones quirúrgicas de tiroides.
La obstrucción laríngea por cuerpos extraños es un diagnóstico de causa de muerte poco utilizado. Este tipo de asfixia es pasada por alto con bastante frecuencia, máxime si se tiene en cuenta que los cuerpos extraños pueden haber sido extraídos o desalojados durante las maniobras de resucitación cardiopulmonar . En países que poseen estadísticas adecuadas, se considera que 1 de cada 800 muertes es debida a obstrucción laríngea por cuerpos extraños. Normalmente ocurre en alcohólicos, ancianos y niños (monedas, caramelos, etc). Hay que tener presente que los signos clásicos de asfixia pueden faltar y hay que sospecharlas en todas las personas que mueren en Residencias de ancianos, bares, restaurantes (muerte coronaria de los cafés), cocinas, etc.
La aspiración de un bolo alimenticio necesita siempre de una explicación anatomo-clínica. Es muy extraño que un sujeto “neurológicamente intacto”, sobrio y sin problemas dentales, muera por la aspiración de un bolo alimenticio. La aspiración terminal o agónica de contenido gástrico líquido, o sólido particulado, es un hallazgo habitual que no posee ninguna significación patológica, a menos que el individuo viva lo suficiente para desarrollar una neumonía desencadenada por el material aspirado (neumonía aspirativa).
Foto 1. Visión lateral de la lengua. Detalle de la tumoración (T), localizada en la línea media, en el vértice de la V lingual.
Foto 2. Visión superior del tumor (T) y de su relación con la epiglotis.
Foto 3. Corte sagital de la lengua que muestra la estructura tumoral quística coloide (C) y la microquística (flechas) de color marrón. Nótese el desplazamiento y la compresión epiglótica.
Foto 4. Aspecto microcópico del tumor que aparece constituido por folículos tiroideos (flechas) localizados por debajo del epitelio lingual (EP).