viernes, 30 de noviembre de 2007

ESOFAGITIS Y GASTRITIS CORROSIVA POR INGESTA DE CAUSTICOS

A. Garfia, M. Rodríguez

Paciente hembra, de unos 40 años, que ingresa en la UCI de un Hospital de referencia, en coma. Poseía antecedentes psiquiátricos y estaba en tratamiento con antidepresivos y ansiolíticos. La familia refiere ingesta de sustancia tóxica por intento de suicidio. La enferma fue sometida a hemoperfusión falleciendo por fallo multiorgánico. La autopsia puso de manifiesto los siguientes hallazgos de interés.

El cadáver desprendia, espontáneamente y a la opresión torácica, un olor que recordaba, vagamente, a esencias aromáticas de pino. Por la boca mana un líquido de color marrón. Existian las siguientes lesiones yatrógenas: gran hematoma de la fosa supraclavicular derecha que se extendía hacia la cara lateral del cuello; hematoma en la fosa supraesternal; catéter en la subclavia derecha; hematomas en pliegues de flexión de ambos brazos; catéter en la vena femoral derecha y sonda uretral. Tras la apertura de cavidades se comprueba un hemotórax a tensión en la cavidad pleural izquierda y un hemoneumoperitoneo muy extenso.

Los hallazgos específicos más significativos fueron: quemaduras de aspecto amarronado-verdoso, untuosas al tacto, en la laringe y la tráquea; hepatizaciónpulmonar; quemaduras distribuidas a todo lo largo de la mucosa esofágica, de color marrónáceo; el estómago contenía unos 30 ml de líquido espeso, de color marrón oscuro, semejante a la hematina ácida; la mucosa fúndica se encontraba especialmente afectada por la necrosis caústica, existiendo una extensa perforación gástrica con salida del contenido gástrico hacia el peritoneo y necrosis de la cápsula esplénica. En el intestino existían hemorragias parietales, segmentarias, con perforaciones focales localizadas hacia la mitad del yeyuno. La causticación es la quemadura (necrosis) de los tejidos por la acción de las sustancias caústicas (cualquier álcali, ácido mineral, sal de metales pesados, etc). Desde el punto de vista de la patología toxicológica, el estudio microscópico de los tejidos causticados permite la clasificación del agente causal como ácido o alcalino, en base al tipo de necrosis tisular detectado; los ácidos provocan una necrosis de coagulación de los tejidos- actuando de una manera similar a como lo hacen algunos fijadores como el formol- lo que provoca una rigidez tisular y una mayor resistencia a la perforación de los órganos huecos, al menos, inicialmente; si se supera la fase inicial de shock el peligro de perforación se produce entre las 48 y las 72 horas, periodo en el que el infiltrado inflamatorio polimorfonuclear está en su fase más álgida, coincidiendo con la desintegración de los tejidos necróticos –fijados- que mantenían el armazón tisular. Por el contrario, la necrosis producida por los álcalis es de tipo colicuativo, con desintegración tisular inmediata, que puede seguirse de perforación en los órganos huecos. Desde el punto de vista microscópico, el envenenamiento por ingestión de sustancias quimicas que provocan precipitación y desnaturalización de las proteinas citoplásmicas seguido, por lo tanto, de necrosis de coagulación- tal como sucede después de la ingestión de formol, hidrato de cloral, compuestos mercuriales, ácido clorhídrico, etc- origina una tal conservación tisular que la mucosa gastro-duodenal aparece conservada como si hubiese sido fijada perimortalmente; esta disociación entre la buena conservación de los órganos digestivos- que suelen sufrir una autólisis muy precoz- y la autólisis existente en los restantes órganos, dependiente directamente del intervalo postmortem, debe hacer sospechar al patólogo de la existencia de un envenenamiento, orientando así el estudio toxicológico y la sospecha de la ingestión de sustancias químicas cuyo mecanismo de acción mortal sea la coagulación y la precipitación de las proteínas citoplásmicas.En las muestras de sangre y contenido gástrico se lograron identificar diferentes terpenos,componentes normales del disolvente comercial denominado “aguarrás”. El aguarrás, es el producto resultante de rectificar el aceite esencial destilado a partir de la oleorresina de los pinos (esencia de trementina o colofonia). El aguarrás es un líquido incoloro, de olor característico y sabor picante, soluble en alcohol, éter, cloroformo y ácido acético glacial.

Foto 1 ( A, B).-

A – Muestra una importante dilatación gástrica, así como áreas oscuras en la serosa de la zona del fundus gástrico y en el epiplón.

B – A la apertura se podía observar una extensa necrosis colicuativa- hemorrágica- afectando a la mucosa esofágica, en toda su longitud, así como a la región fúndica -en la que existían varias perforaciones con paso de contenido a la cavidad peritoneal-.

No hay comentarios: